Y le versé a la luz del día
mis besos anidados en ti
deleitada porque en ellos
le entrego mi amor a esa mujer.
Miel dulce como el roce
de tu voz llamando mi nombre
le dan vida y respiro
a cada latido que canta tu nombre.
Y remar hasta la estancia
hasta que tropiece contigo
yo con tantos motivos
para que seas luz en mi camino.
Has fijado tus huellas en mi
exquisitas ellas que ni el mar
logra arar para llevarlas
hasta el fondo del olvido.
Y soy como un ancla encallada
dispuesto a morir
en las profundidades de tu amor
para escribir las páginas de este corazón.
26/04/2015 Imagen Web
JEOM
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