Sin aliento, y llego a este oscuro refugio
con su tímida luz y poco espacio
contemplo con la mirada fija en la niebla
cómo despierta la vida que no pertenece a este mundo...
Atrapado entre lo incierto y mendigo
paz a quienes habitan estas colinas
mientras puedo sentir sus latidos cerca
no doy paso, no sé quién me espera...
Sin valor pero con instinto abandono este sitio
y de manera incauta e impregnado del miedo
llego a su torre más alta donde diviso
que me encuentro en medio de su destierro.
La vista hallada se quedó en el pasado
su brisa con aroma a rosas y época victoriana
con su acantilado herido por las olas que rompen
me cuentan una leyenda escondida...
Sus cantos flotaban sobre la ciénaga
sus besos buscaban el aire disminuido
gustosos estarían de abrazar un rosal
sin espinas, sin flores que marchitar...
No le valía esconderse, allí le veía
con su lozanía perdida y ropaje a rastras
sus manos soportando su rostro
su etérea vida hecha trozos y añicos...
Sé que pudo verme, pues le quité la mirada
y ese extraño amor incumplido lo dice
su pasión incomprendida, idílica sensación
que gobierna este umbral con alas rendidas...
El frío escapa de mis huesos
a su partida sin esperanzas puestas en mi
no confronté palabras a su existencia
mientras esperaba creía, así también partía...
Se alejó por los corredores del bosque
eterna como la vida que nos cuentan sin haberla vivido
danzando con vista al cielo mientras suspira
sus lágrimas negras debajo de su rostro respiran...
25/04/2013 Imagen Web
JEOM
No hay comentarios.:
Publicar un comentario