casi en mis manos, casi...
Casi te toco, casi...
Y tus finos labios, delicados
están muertos.
Tu sonrisa como la mía
rendida...
Tus bellos ojos castaños
declaman lágrimas y noches
no deseadas...
Y te besé, como un loco!
te besé! aunque no
debía...
Y ante tu belleza no puedo
no puedo decírtelo
y me muero por hacerlo...
Si pudiera maldecir a la vida
lo haría, por todo
todo lo que nos ha hecho
lo que aún nos hace...
Somos un amor separado
por el mundo, por circunstancias
por esta mentira llamada vida
por este imperfecto universo
que decantó por quiénes se amarían
y quiénes no.
Hoy te lloro, pues
no tengo plegarias
para aliviar nuestra tristeza.
Esta tarde la llevaré por ti
amor mío, hoy me toca
a mi...
a mi...
Este poema nace de una foto
de una triste foto.
30/07/2015 Imagen Web
JEOM
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