miércoles, 19 de octubre de 2016

Y es Que...









Si, usted!, regalo que me trajo la vida

con tu pasión por la flores

y las caricias siempre

desatadas en medio de las conversaciones

y tus pómulos tímidos

seda y rubí anidados en tu piel.


Y es que

las tardes se fueron, y tú

sigues allí

cuidando tus margaritas

y las noches se han dormido, descansan

para verte soñar

para tomarse de la cola de un cometa

y ser luz que guíe en tu corazón

de ser resplandor en mi sonora alma

cuando alguna hora olvidada por el tiempo

te trae hasta mi

y es que

yo siempre estoy allí 

con una sonrisa para mirarte, o

una lágrima para escribirte...


Si, usted!, que adorna mis versos

con su mirada

amable y caprichosa por un guiño

pues ante unos ojos hermosos

al menos yo merecía

volverlos a ver...


Y así te miro

como se mira una tormenta en su lejanía

como se mira al cielo que se rompe 

cuando en la distancia late

cuánto se siente

y se marca en el alma, sin palabras

tan solo con lo que se respira

y es lo que se traduce en el erizo de tu piel

en el deseo de volver a leer los versos

los que sabes fueron erigidos para ti.


Si, usted!, mi Dama y Señora

de mil y una brisa, de versos

teñidos de vida, de arrebatos

de luceros extinguidos sin haber pedido un deseo

de alguna mañana que floreció

cuando le declamaste.


Si, usted!, aunque la vida y el tiempo

me han quitado lo vivido

y hoy solo eres lo más grande que he tenido

y no hay duda que

eres la obra de arte que visito cada día

en la que expongo mi alma en cada verso

y te reflejas en cada amanecer...

Si, usted!, mi Bella Señora.




15/09/2016 Imagen Web

JEOM

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