Y su mirada se desvaneció
agua y sal brotaron de sus encantos
ruinas y versículos
amontonados los dos.
Y caía sin su típico encanto
se estremecieron los aposentos
del corazón
y la escarpada alegría
no tuvo más razón.
Y voló hacia sus altares
con su vestido inhóspito y los
planetas a su espalda
el sol quemando sus alas
alas que se emancipaban de su cuerpo
de su vida
de sus sueños
del viento...
Y en barrena cayeron sus designios
sus pensamientos
entregada al vacío, a los segundos
los que la mente te sostiene
mientras te lleva a su idilio
postmortem...
Mientras ve otra vida
coce sus heridas
volar tan lejos como el alma
se lo permita.
02/08/2016 Imagen JEOM
Monterrey, Nuevo León. México.
JEOM
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